Los condicionantes para proyectar el amueblamiento de una casa son tres: espacio, luz y uso. Es primordial estudiar bien el espacio con el que contamos, la disposición de las estancias, de cómo está iluminado, si posee mucha o escasa luz natural, algo que ya nos proporciona datos sobre los que trabajar.
Además, es fundamental conocer quién va a habitar ese espacio, cuáles son sus prioridades, cómo van a desarrollarse sus actos cotidianos. También es necesario tener en cuenta los elementos previos, tanto estructurales (pilares, altura de techos…) como de materiales (suelos, color de paredes , ornamentos,…)
En base a todas estas premisas, el criterio para aconsejar al cliente será siempre la funcionalidad. Creemos en la belleza de los objetos a través de su servicio a la función.